Cardamomoy clavo: febrero 2013
Cualquier día se puede tomar un brunch. Cuando menos lo imaginas, si te acercas con tu taza y la donas, te la llenan de café. El cruasán relleno de chocolate es un delirio. Y la tarta de zanahoria, una perdición. El segundo sábado de cada mes, tiene lugar un mercadillo de segunda mano de vajillas, manteles y cuberterías.